¿Cómo te vinculas con este deporte?
Más o menos a la edad de cinco o seis años, cuando veníamos a Villa en verano con mis padres y mi mamá me inscribió en la academia de golf del club. Cuando estaba en la playa, mi mamá me llamaba: Felipe, Felipe, ven a la academia de golf, para tus clases. Mis amigos me miraban. Ahí comencé a practicar el golf, los fines de semana salía a jugar al campo con mi papá y mamá. Luego, poco a poco, comencé a ganar torneos. En menores, fui campeón nacional en superminicalichín, campeón nacional en calichín. Mejoró mi ranking. Comencé a viajar a partir de que fui campeón nacional en la categoría infantil. La federación me comenzó a mandar a representar al Perú y comencé a viajar con mis amigos todo pagado a jugar en canchas del exterior y fue así como me enganché cada vez más con este deporte.
Ocupó gran parte de tu infancia…
Claro. Cuando fui campeón nacional infantil y prejuvenil comencé a viajar al exterior, a la Copa Los Andes, sudamericanos, etc. Fue toda mi infancia. Después de Villa, como vivíamos en San Isidro, nos fuimos al Lima Golf, donde éramos socios. Seguí entrenando en el Lima Golf y representando al club en torneos internacionales.
¿Pensaste en el profesionalismo?
Ese momento llegó cuando viajé a Estados Unidos, obtuve becas y fui a conocer varias universidades como la SMU y otras más. Viajé bastante. Me ratificaron las becas. Regresé a Lima y jugué tres torneos, mientras analizaba lo de las universidades. En esos torneos competí contra profesionales y les gané, entonces pensé, si les gané a ellos entonces por qué no hacerme profesional y ganar dinero. Ahí decidí hacerme profesional.
¿Era una época en la cual pocos decidían convertirse en profesionales, no?
Muy poca gente se decidía. Había viajado a Colombia como aficionado y había ganado varios torneos allá, decidí esa opción por el año 1985 o 1986. Ya como profesional gané torneos acá. Participé en el Tour de las Américas en esa época. Gané dos torneos en Colombia, uno en Magallanes, que le gané a Carlos Franco en desempate. En Rodeo, Medellín. Quedé segundo en el Campestre de Cali. También en Chile. Empecé a viajar bastante. Me invitaban a Colombia, todo pagado. Y jugaba todo, me iba muy bien.
¿Te alcanzaba para vivir?
Sí. Claro. Además tenía el apoyo de mi familia. Tenía ayuda del Lima Golf, que me auspiciaba en algunos torneos. Fue un periodo que se extendió entre 1985 y 2010. Viajé a la clasificación al Mundial en Jamaica, hice el récord de cancha, once bajo par, clasifiqué primero, le gané a todos los participantes. Así llegué al Mundial de China, con Sabino Quispe. Después en el 2010, me alejé del golf y me dediqué a correr tabla. Me fui a vivir a Máncora. Hacía tours con extranjeros a Tumbes y Ecuador. Después decidí retornar al golf en 2012 cuando había empezado el PGA Tour Latinoamérica.
Regresas y te pones a enseñar.
No. Ya había enseñado antes, cuando trabajaba en el Lima Golf, por los 90. Estaba autorizado para dar clases a los socios del club. Cuando regreso de mi época de surfer, vuelvo al golf, regreso a Los Andes Golf Club, el señor Luis Adrianzén me ayudó mucho. Me contrató. Y estuve trabajando por un año y medio. Enseñaba y jugaba torneos. Después estuve enseñando a un niño de Villa. El papá me dijo si había sido socio en Villa y le enseñaba a su hijo en el club. Me hice socio. A las dos semanas, me vieron y me contrataron como profesor. Me va muy bien en el club. Eso fue hace tres años. Soy profesor en la academia de golf, también doy clases particulares y me da tiempo para practicar y jugar torneos. El club me apoya en algunos de ellos.
Este año has ganado tres de los cinco torneos de la Gira de Profesionales de la Federación Peruana de Golf, cuál es tu apreciación…
Gané el Campeonato Nacional de Stroke Play en Villa, en mi cancha. Tenía muchas expectativas de ganarlo, practiqué bastante y me fue bien. Después gané el Abierto de Golf para Todos en el Lima Golf Club, que también la considero mi cancha, porque es una cancha en la cual practiqué desde chico y me acomoda bastante. Y ahora gané la Copa IPD, nuevamente en el Lima Golf, con muy buen score.
Sobre todo en el último día…
Sí, el último día hice seis birdies. Empecé mal, con un doble bogey en el hoyo uno por un error de distancia. La gente se quedó impresionada por la forma de recuperarme mentalmente. De poder sobrepasar el error del doble bogey, salir adelante y hacer esos seis birdies. En el golf es muy importante la mente, recuperarte de un error y salir adelante.
La gente te apoya bastante, te quiere, te saludan con bastante cariño…
Bueno, sí. Soy una persona que trata de ayudar siempre. Doy tips sean amigos o no, les doy aliento. Y me llevo muy bien con todos.
¿Qué satisfacciones te ha dado el golf?
El golf me dio la posibilidad de centrarme como persona, ser más responsable en el aspecto personal, más ordenado. Una vida tranquila y dedicada al golf.
¿Qué crees debe mejorarse en el golf para elevar el nivel de este deporte?
El trabajo que está haciendo la federación ha sido excelente. Ha apoyado en una gira a los profesionales. Los alumnos los ven jugando, compitiendo o que participan en torneos, que ganan. Creo que se podría mejorar haciendo más torneos, para que los profesionales tengan más en juego y tengan mejores scores y mejor desempeño en el Perú Open.
¿Qué expectativas para el Perú Open?
Tengo buenas expectativas este año. Estoy jugando bien. Estoy jugando bien el putt. La cancha de Los Inkas la conozco muy bien. Estoy con grandes expectativas de quedar en buena posición.
¿A qué puesto apuntas?
Entre los cinco primeros.
¿Cuál es la cancha que más te acomoda y cuál la más complicada del Perú?
La que más me acomoda es la cancha del Lima Golf y me gusta mucho, me trae muy buenos recuerdos. La cancha más complicada es la de Villa, por el viento, es angosta, tiene mucha agua y es muy larga también.
¿De los muchachos del club, quienes son lo que están destacando?
En Villa tenemos a los hermanos Strobach que van a destacar mucho. Ahora están en la Universidad en Estados Unidos y lo bueno es que ahí tienen coach mental, coach físico y eso los ayuda para que sigan en su carrera como deportistas. Después está Patricio Freundt-Thurne, le he enseñado muchos años, tiene mucho potencial como jugador, le falta un poco más de tema mental, pero con experiencia lo va a lograr. Entre los más chicos está Bruno Cortínez, quien tiene muy buen swing, muy buena actitud y va por muy buen camino.
¿Eres casado?
Tengo mi pareja. Cuando me contrataron acá en Villa conocí a Deborah Natteri acá en el club y gracias a ello pude tener una familia. Tengo dos hijos. Mi hija Alexia de tres años y Luis Felipe de nueve meses. A Alexia le encanta el golf, me ve en los torneos y ya lo está practicando.
¿Qué jugadores te gustan?
Me gusta Jason Day. Tienen un swing muy bueno. Un poco forzado, pero me gusta como juega.
¿Afición por otro deporte?
El surf. En verano, cuando no tengo torneos, entre diciembre y marzo, que es mi tiempo libre lo dedico al gimnasio y al surf.
¿Algo que quieras agregar?
Si, quisiera agradecer a mi madre Marcela que es la persona que siempre me ha apoyado a lo largo de toda mi vida como golfista, hasta ahora me sigue en los torneos y no deja de alentarme. Es la que siempre me dice “vamos chino tu puedes”.
Fecha de nacimiento: 1 de marzo de 1968
Esposa: Deborah Natteri
Hijos: Alexia de 3 años y Luis Felipe de 9 meses.
Hobby: Ir al cine, escuchar música y jogging.
Marca de palos: Fierros Taylor Made, maderas Ping.
Pelotas: Titleist
Un jugador: Jason Day